Qué es y cómo tratar la estenosis foraminal bilateral

estenosis foraminal bilateral

Puede que el nombre suene complejo, pero si has experimentado dolor lumbar o cervical que se irradia hacia brazos o piernas, es posible que la estenosis foraminal bilateral esté detrás de tus síntomas.

Se trata de una alteración estructural que, aunque suena técnica, es más común de lo que parece. Conocerla, entender sus causas y saber qué opciones existen para tratarla es el primer paso para aliviar el dolor y recuperar calidad de vida.

En este artículo te explicamos qué es exactamente la estenosis foraminal bilateral, cuáles son sus síntomas más habituales, cómo se diagnostica y qué tratamientos pueden ayudarte a mejorar.

¿Qué es la estenosis foraminal bilateral?

La columna vertebral está formada por vértebras apiladas que dejan pequeños espacios entre ellas: los forámenes. Por estos orificios salen los nervios que conectan la médula espinal con el resto del cuerpo. Cuando estos espacios se estrechan —por diversas causas— se habla de estenosis foraminal.

Cuando el estrechamiento ocurre a ambos lados de la columna (derecho e izquierdo), lo llamamos estenosis foraminal bilateral.

Esta compresión de los nervios puede producir síntomas dolorosos e incapacitantes, especialmente en la zona lumbar o cervical, y afectar a la movilidad, la fuerza o la sensibilidad de brazos o piernas, dependiendo de la localización.

Causas comunes de la estenosis foraminal bilateral

La estenosis foraminal no aparece de un día para otro. Generalmente, es el resultado de un proceso progresivo que va modificando la anatomía de la columna vertebral con el paso del tiempo.

Degeneración discal y artrosis vertebral

Con la edad, los discos intervertebrales pierden altura y elasticidad, lo que reduce el espacio por donde pasan los nervios. Además, las articulaciones de la columna pueden desarrollar artrosis, generando crecimiento de hueso (osteofitos) que contribuye al estrechamiento del foramen.

Hernias discales y protrusiones

Cuando el material interno del disco intervertebral se desplaza o abomba, puede invadir el espacio foraminal y presionar el nervio. Si este fenómeno ocurre en ambos lados de una vértebra, puede derivar en estenosis bilateral.

Cambios posturales y escoliosis

Las alteraciones en la alineación de la columna —como la escoliosis o una hiperlordosis lumbar— pueden modificar la forma y el tamaño de los forámenes. A largo plazo, esto puede provocar la compresión de los nervios.

Traumatismos o cirugías previas

Un accidente, una fractura o incluso intervenciones quirúrgicas anteriores pueden alterar la estructura normal de la columna y dar lugar a un estrechamiento de los forámenes, especialmente si hay formación de tejido cicatricial o fusión vertebral.

Síntomas de la estenosis foraminal bilateral

Los síntomas pueden variar en función del nivel de la columna afectada (cervical, torácica o lumbar), pero en general tienen algo en común: la compresión de las raíces nerviosas.

  • Dolor irradiado que suele ir hacia glúteos y piernas si afecta la zona lumbar, o hacia hombros y brazos si la compresión es cervical.
  • Sensación de hormigueo o adormecimiento, habitualmente suele seguir el trayecto del nervio afectado.
  • Debilidad muscular, especialmente presente al caminar, levantar objetos o mantener determinadas posturas.
  • Dolor mecánico que empeora al estar de pie o caminar, y mejora al sentarse o inclinar el tronco hacia delante.

Cuando la estenosis bilateral está avanzada, estos síntomas pueden aparecer en ambos lados del cuerpo, dificultando mucho las actividades cotidianas.

Diagnóstico: cómo se detecta la estenosis foraminal bilateral

Ante síntomas compatibles, el primer paso es realizar una exploración clínica y una historia detallada. A partir de ahí, se solicitan pruebas de imagen que permiten confirmar el diagnóstico y valorar la gravedad:

  • Radiografías: útiles para detectar pérdida de altura discal o signos de artrosis.
  • Resonancia magnética (RM): es la prueba más precisa para visualizar los forámenes y comprobar si hay compresión nerviosa.
  • TAC (Tomografía Axial Computarizada): se usa en casos donde la RM no está disponible o se necesita una imagen más detallada del hueso.
  • Electromiografía (EMG): en ciertos casos, puede ayudar a identificar qué raíces nerviosas están afectadas.

El diagnóstico precoz es clave para evitar que el daño progrese y pueda afectar de forma permanente la función del nervio.

Tratamientos para la estenosis foraminal bilateral

El objetivo del tratamiento es aliviar los síntomas, mejorar la movilidad y, en los casos más complejos, liberar la compresión sobre los nervios afectados. La elección del abordaje dependerá del grado de afectación y de la respuesta del paciente a las primeras medidas.

Tratamientos conservadores

Suelen ser la primera línea de actuación, especialmente en fases iniciales o cuando el dolor no es incapacitante:

  • Fisioterapia específica, centrada en mejorar la movilidad, fortalecer la musculatura de la espalda y corregir desalineaciones.
  • Ejercicio terapéutico, guiado por profesionales, que ayude a estabilizar la columna y reducir la presión sobre los nervios.
  • Medicación: antiinflamatorios, analgésicos o relajantes musculares para controlar el dolor en fases agudas.
  • Educación postural y ergonomía, clave para evitar sobrecargas y prevenir la progresión del problema.

Infiltraciones y bloqueos

Cuando el tratamiento conservador no es suficiente, se pueden valorar técnicas intervencionistas como:

  • Infiltraciones de corticoides, para reducir la inflamación en la raíz nerviosa comprimida.
  • Bloqueos radiculares selectivos, que combinan fármacos anestésicos y antiinflamatorios para aliviar el dolor y confirmar el diagnóstico.
  • Radiofrecuencia, en algunos casos, para modular el dolor crónico de origen nervioso.

Estas técnicas no curan la estenosis, pero pueden mejorar mucho la calidad de vida y retrasar la necesidad de una cirugía.

Tratamiento quirúrgico (en casos severos)

Cuando hay compresión severa, pérdida de fuerza, alteraciones de la marcha o si los tratamientos anteriores no han dado resultado, puede valorarse la cirugia. Las intervenciones más habituales son:  

  • Foraminotomía: consiste en ampliar el espacio del foramen para liberar la raíz nerviosa.
  • Descompresión y fusión vertebral, si existe inestabilidad asociada o artrosis severa.
  • Cirugía mínimamente invasiva, cada vez más frecuente, que permite tratar la compresión con menos agresión al tejido y tiempos de recuperación más breves.

La indicación siempre debe estar en manos de un equipo especializado, que evalúe cuidadosamente los riesgos y beneficios en cada caso.

¿Cuál es el pronóstico?

El pronóstico de la estenosis foraminal bilateral varía según la causa, el grado de compresión y el momento en que se inicia el tratamiento. En general:

  • Los casos leves o moderados suelen mejorar con tratamiento conservador y cambios en los hábitos.
  • Los casos avanzados, especialmente si hay afectación neurológica bilateral, pueden requerir cirugía para evitar secuelas permanentes.

Lo importante es no ignorar los síntomas. Actuar a tiempo puede marcar la diferencia entre una molestia pasajera y un problema crónico.

En el equipo de Neurocirugía Dr. Diamantopoulos, evaluamos cada caso de forma personalizada. Combinamos experiencia, tecnología avanzada y un enfoque centrado en el paciente para encontrar la mejor solución en cada etapa del tratamiento.

¿Te han diagnosticado una estenosis foraminal bilateral o sospechas que podrías tenerla? Pide una segunda opinión con nuestro equipo. Estamos aquí para escucharte, explicarte con claridad tus opciones y acompañarte en todo el proceso de recuperación.

Dr. Alberto Acitores Cancela

Especialista en Neurocirugía y completé mi formación en el Hospital Universitario Ramón y Cajal en Madrid. Durante mi residencia, tuve la oportunidad de ampliar mis conocimientos en neurocirugía pediátrica en el Hospital Universitario Virgen del Rocío (Sevilla) y realizar una estancia en Wisconsin (EE.UU.), donde trabajé junto al Dr. Mustafa K. Baskaya en su laboratorio de microcirugía vascular y base de cráneo.

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