Cómo prepararse para una cirugía cerebral o de columna

Las cirugías cerebrales y de columna representan procedimientos altamente especializados dentro de la neurocirugía. Su éxito depende no solo de la precisión del equipo quirúrgico, sino también de una preparación preoperatoria adecuada por parte del paciente.
Siguiendo una serie de recomendaciones médicas, se pueden optimizar los procesos, reducir los riesgos y acelerar la recuperación. En este artículo, te explicamos los pasos clave para prepararte para una cirugía neuroquirúrgica, desde la evaluación inicial hasta el momento de la intervención.
Evaluación médica previa: el primer paso clave
Antes de someterse a una cirugía cerebral o de columna, el paciente debe pasar por un riguroso proceso de evaluación médica. Este incluye:
Exámenes de imagen para el diagnóstico preciso
Las pruebas de imagen son fundamentales para conocer con exactitud el área afectada y planificar la cirugía.
- Resonancia Magnética (RM): técnica de imagen que permite visualizar con alta resolución el cerebro y la médula espinal.
- Tomografía Computarizada (TC): complementa la RM en casos donde se necesita información sobre estructuras óseas, entre otros.
- Radiografía convencional de cuerpo entero (telemetría) y radiografías dinámicas: en la cirugía espinal degenerativa, se pueden requerir estudios que valoren el equilibrio o balance la columna así como su comportamiento dinámico en posturas de flexión y extensión.
- Angiografía cerebral: se emplea predominantemente en la valoración de casos vasculares como aneurismas o malformaciones arteriovenosas (MAV).
Pruebas de laboratorio y evaluación de riesgo anestésico
Antes de la cirugía, el paciente debe someterse a análisis de sangre para:
- Evaluar coagulación y riesgo de sangrado.
- Revisar función hepática y renal.
- Detectar infecciones o alteraciones metabólicas.
Este estudio preoperatorio también incluye un electrocardiograma y una radiografía simple de tórax. Posteriormente, un anestesiólogo evaluará las posibles complicaciones relacionadas con la anestesia y indicará los ajustes pertinentes en la medicación habitual del paciente si lo precisase.
Preparación física y nutricional antes de la cirugía
La condición física y estado nutricional del paciente influye en su capacidad de recuperación. Se recomienda:
1. Alimentación adecuada
- Seguir una dieta rica en proteínas y antioxidantes para promover la regeneración celular.
- Evitar alimentos procesados y exceso de azúcares, que pueden generar inflamación.
- Mantenerse bien hidratado para favorecer la circulación sanguínea.
2. Evitar el tabaco y el alcohol
El consumo de tabaco puede reducir la oxigenación de los tejidos, aumentando el riesgo de complicaciones postoperatorias. Lo ideal es dejar de fumar. En caso de no poder lograr el cese tabáquico definitivo, se podría beneficiar de un cese al menos 4 semanas antes de la cirugía.
3. Actividad física adaptada
Si el estado del paciente lo permite, es recomendable realizar ejercicios de acondicionamiento físico para mejorar la salud cardiovascular y reducir la pérdida de masa muscular antes del procedimiento.
Preparación psicológica y manejo del estrés
La cirugía neuroquirúrgica podría generar un cierto estado de ansiedad en algunos pacientes. Para reducir el impacto emocional, se recomienda:
- Terapia psicológica previa, especialmente en pacientes con ansiedad severa.
- Meditación y técnicas de respiración para reducir el estrés preoperatorio.
- Información detallada sobre el procedimiento, ya que entender cada paso disminuye la incertidumbre.
Estudios científicos han demostrado que los pacientes que practican técnicas de relajación antes de una cirugía presentan una mejor recuperación postoperatoria y menos dolor.
El día de la cirugía: qué esperar
Llegado el día de la intervención, es importante seguir ciertas indicaciones médicas:
1. Ayuno preoperatorio
- Generalmente, se recomienda no ingerir alimentos ni líquidos durante 6-8 horas antes de la cirugía.
- En algunos casos, se permite beber pequeñas cantidades de agua hasta 2 horas antes.
2. Ropa y objetos personales
- Usar ropa cómoda y evitar el uso de joyas, piercings o prótesis dentales removibles.
- Aportar toda la documentación médica y lista de medicación habitual actualizada. Idealmente, el paciente debería de aportar su medicación habitual para minimizar la necesidad de sustituciones equivalentes.
3. Administración de medicación preoperatoria
- En algunos pacientes, se administran medicamentos ansiolíticos antes de la cirugía.
- Si el paciente toma anticoagulantes, estos deberán ser ajustados o suspendidos en días previos.
Importante: en ciertas cirugías cerebrales, como en la cirugía con el paciente despierto, se explica e incluso se puede simular el inicio del procedimiento o conocer el espacio quirúrgico con el paciente para evitar ansiedad y facilitar su colaboración intraoperatoria.
¿Qué riesgos tiene una cirugía cerebral o de columna?
Aunque las neurocirugías se realizan con altos estándares de seguridad y calidad, podrían ocurrir ciertos riesgos, como:
- Hemorragias o infecciones postoperatorias.
- Alteraciones neurológicas transitorias o persistentes (como debilidad o dificultad del habla o afectación motora, crisis comicicales).
- Dolor postoperatorio, especialmente en cirugías de columna.
La aplicación de técnicas mínimamente invasivas y la planificación prequirúrgica optimizada han reducido drásticamente estos riesgos en los últimos años.
Rehabilitación y cuidados postoperatorios
Después de una cirugía, el proceso de recuperación puede variar:
- En cirugías de columna, se recomienda evitar movimientos bruscos y utilizar fajas de soporte/corsés.
- En cirugías cerebrales, puede ser necesario un seguimiento neurológico específico para evaluar funciones cognitivas y motoras así como tratamiento de síntomas.
- En ciertos casos, se indica terapia física o rehabilitación para optimizar la recuperación.
Estudios recientes en rehabilitación neurológica han demostrado que una movilización temprana tras la cirugía mejora la independencia del paciente y disminuye la posibilidad de complicaciones.
Una buena preparación preoperatoria es clave para el éxito de una cirugía cerebral o de columna. Seguir las recomendaciones médicas puede minimizar riesgos y facilitar una recuperación más rápida.
La información aquí presentada implica una serie de recomendaciones generales, su caso es único y debe seguir estrictamente las recomendaciones indicadas por su especialista responsable.
Si estás por someterte a una cirugía neuroquirúrgica, en nuestro centro de neurocirugía en Madrid, te ofrecemos una evaluación completa y un plan personalizado para garantizar tu seguridad.
Referencias
American Association of Neurological Surgeons (AANS). (2021). Preoperative assessment and surgical outcomes in neurosurgery. Journal of Neurosurgery, 135(3), 654-670.
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European Association of Neurosurgical Societies (EANS). (2022). Pain management and rehabilitation after spinal neurosurgery. European Journal of Neurology, 29(5), 1456-1470.
Neurorehabilitation Research Group. (2021). The effect of prehabilitation on functional outcomes in brain tumor surgery patients. Journal of Neurological Rehabilitation, 37(6), 891-905.
Dr. Alberto Acitores
Especialista en Neurocirugía y completé mi formación en el Hospital Universitario Ramón y Cajal en Madrid. Durante mi residencia, tuve la oportunidad de ampliar mis conocimientos en neurocirugía pediátrica en el Hospital Universitario Virgen del Rocío (Sevilla) y realizar una estancia en Wisconsin (EE.UU.), donde trabajé junto al Dr. Mustafa K. Baskaya en su laboratorio de microcirugía vascular y base de cráneo.