Causas y tratamientos para el dolor de espalda alta

El dolor de espalda alta, es una molestia común que afecta a muchas personas, especialmente a quienes pasan largas horas frente al ordenador, sufren de estrés, o realizan movimientos repetitivos. Esta afección se localiza principalmente en la parte superior de la espalda, cerca de los omóplatos, y puede causar rigidez, sensación de presión o directamente dolor.
Aunque no siempre se trata de un problema grave, el dolor persistente puede afectar la calidad de vida. Por eso es importante conocer sus síntomas y tratamientos, así como las señales que indican cuándo acudir a un especialista.
¿Quieres saber cuáles son las causas más frecuentes del dolor de espalda alta y cómo aliviarlo de forma efectiva? Sigue leyendo.
Tabla de contenidos
¿Qué es el dolor de espalda alta?
El dolor de espalda alta se refiere a molestias localizadas en la región torácica de la columna vertebral, es decir, en la zona que va desde la base del cuello hasta la parte inferior de las costillas. Aunque es menos frecuente que el dolor lumbar o cervical, puede aparecer de forma repentina o desarrollarse progresivamente.
Sus causas pueden ser diversas, desde una mala postura hasta traumatismos, tensión emocional o problemas estructurales de la columna.
Principales causas del dolor de espalda alta
Posturas incorrectas y sobrecarga muscular
Una de las causas más frecuentes del dolor de espalda es mantener una mala postura durante largos periodos de tiempo. Permanecer encorvado frente al ordenador, usar el móvil con la cabeza inclinada o no contar con un buen apoyo lumbar, puede provocar tensión en los músculos de la zona torácica. Esta sobrecarga genera rigidez, fatiga muscular, y, con el tiempo, dolor persistente.
Lesiones y traumatismos
Golpes, caídas o accidentes pueden provocar contracturas, esguinces o incluso fracturas en la zona superior de la espalda. Aunque algunas lesiones se resuelven con reposo, otras pueden dejar secuelas que causan dolor crónico si no se tratan adecuadamente.
Problemas estructurales en la columna
Alteraciones como la escoliosis, las hernias discales o la artrosis, pueden modificar la estructura natural de la columna torácica. Estas condiciones comprimen los nervios o reducen la movilidad de las vértebras, provocando molestias constantes o irradiadas hacia otras zonas del cuerpo.
Estrés y tensión emocional
El estrés crónico también se manifiesta físicamente. La ansiedad y la sobrecarga emocional suelen provocar contracturas musculares, especialmente en el cuello, hombros y espalda alta. Esta tensión mantenida en el tiempo puede derivar en un dolor recurrente.
Síntomas comunes del dolor de espalda alta
El dolor de espalda alta puede presentarse de distintas formas, dependiendo de la causa concreta. Estos son los síntomas más habituales:
- Dolor punzante, rigidez, sensación de presión o ardor: aparece en la zona de los omóplatos y puede intensificarse con el movimiento o al estar mucho tiempo en la misma postura.
- Irradiación hacia hombros, brazos o cuello: si hay compresión nerviosa o alteraciones vertebrales, el dolor puede extenderse provocando sensación de hormigueo, entumecimiento o adormecimiento.
- Fatiga muscular, limitación de movimiento: el dolor constante puede llevar a una sobrecarga muscular que provoca cansancio en la zona afectada.
¿Cuándo acudir a un especialista por dolor de espalda?
En la mayoría de casos, el dolor de espalda alta puede mejorar con reposo, buena higiene postural y ejercicios suaves. Sin embargo, hay situaciones en las que es recomendable consultar con un profesional:
- Síntomas persistentes por más de una semana, especialmente si no mejoran con reposo, estiramientos o analgésicos comunes.
- Dolor que impide dormir o realizar actividades diarias, como trabajar, conducir o realizar tareas básicas, ya que puede afectar a la calidad de vida.
- Dolor con hormigueo o debilidad en brazos o manos, lo que podría indicar una compresión nerviosa que requiere tratamiento específico.
- Historia previa de problemas de columna o intervenciones, como hernias discales, fracturas o escoliosis, ya que un nuevo dolor podría estar relacionado con una recaída o una alteración estructural.
Tratamientos recomendados para el dolor de espalda alta
El tratamiento del dolor de espalda alta dependerá de la causa subyacente, la intensidad del dolor y las características individuales de cada paciente.
Tratamientos conservadores
Suelen ser la primera opción para abordar el dolor de espalda alta cuando no es grave y pueden ser muy eficaces si se aplican correctamente desde el inicio:
- Reposo relativo, evitando esfuerzos que agraven el dolor, pero sin caer en la inactividad total.
- Aplicación de frío o calor, según la fase del dolor: frío en procesos inflamatorios agudos y calor para relajar la musculatura.
- Ejercicios suaves, guiados por un profesional para estirar y fortalecer la musculatura dorsal.
- Corrección postural, fundamental en los casos de trabajo sedentario o uso prolongado de las pantallas.
Medicación
En fases agudas o cuadros de dolor intenso, puede ser necesario recurrir a medicación analgésica o antiinflamatoria para aliviar los síntomas y facilitar el movimiento. Siempre debe ser prescrita por un profesional de la salud, ya que su uso prolongado puede llevar efectos secundarios.
Terapias especializadas
Cuando el tratamiento convencional no resulta suficiente, existen opciones más específicas que pueden mejorar notablemente la calidad de vida del paciente. Siempre deben aplicarse bajo supervisión profesional.
- Fisioterapia avanzada, que incluye técnicas como la punción seca o el uso de ultrasonidos para tratar zonas profundas de tensión.
- Reeducación postural global (RPG), ideal para corregir desalineaciones que afectan a la musculatura dorsal.
- Terapias manuales, orientadas a liberar tensiones y favorecer la movilidad articular.
Estas intervenciones ayudan no sólo a aliviar el dolor, sino también a prevenir su reaparición.
Tratamientos quirúrgicos (en casos avanzados)
En los casos más graves o cuando el tratamiento conservador no da resultados, puede ser necesario recurrir a la cirugía. Siempre se evalúa de forma individual según el diagnóstico.
- Descompresión nerviosa, cuando hay pinzamientos que provocan dolor irradiado o pérdida de fuerza.
- Fusión vertebral, indicada en casos de inestabilidad o lesiones estructurales graves.
- Cirugía mínimamente invasiva, opción cada vez más común que reduce el tiempo de recuperación y las complicaciones postoperatorias.
Cómo prevenir el dolor de espalda alta
Adoptar hábitos saludables en el día a día es clave para evitar la aparición o el empeoramiento del dolor de espalda alta.
- Mantén una buena postura al sentarte, caminar y dormir, especialmente si trabajas muchas horas frente al ordenador.
- Realiza pausas activas cada 45-60 minutos para estirar el cuello, los hombros y la espalda.
- Fortalece la musculatura dorsal y cervical con ejercicios específicos y guiados por un profesional de la salud.
- Evita cargas pesadas o movimientos bruscos que puedan generar tensión en la zona alta de la espalda.
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No dejes que una molestia puntual se convierta en un problema crónico. Con el diagnóstico adecuado y un tratamiento personalizado, es posible recuperar el bienestar y volver a la rutina sin limitaciones. Tu espalda merece cuidado y atención: estamos aquí para ayudarte.
Referencias
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